Desde que mi madre se divorció de mi padrastro, Nicky, no lo veo muy a menudo. Salimos un par de veces al año, pero no hacemos gran cosa. Un día, estábamos relajados en el sofá y me quedé dormida en su regazo mientras veía algo aburrido. ¡En cuanto desperté, tenía la polla de mi padrastro justo al lado de mi cara! Pensó que no me despertaría e intentó masturbarse, pero lo pillé viendo porno y haciéndose una paja a mi lado. Lo raro es que… ¡me gustó lo que vi! No puedo sacarme la imagen de la polla de mi padrastro de la cabeza y tengo mucha curiosidad por saber qué puede hacer con ella. Quizá, si lo engaño para que me vea masturbarme, quiera unirse a mí…