Una mujer llamada Laura descubre un consolador que su novia dejó abandonado mientras limpiaba su habitación. La curiosidad la impulsa a explorar el autoplacer por primera vez usándolo. Durante el encuentro, su compañero de piso, Rubén, entra inesperadamente y se sorprende al encontrarla en el acto. Expresa su sorpresa al ver a su compañera lesbiana con un juguete sexual y sugiere que podría sentir curiosidad por las experiencias sexuales reales. Esta conversación inesperada deja a Laura reflexionando sobre la idea.