Rion King y su asistente son arquitectos y se preparan para un gran proyecto para un cliente. Pero mientras toman medidas afuera, reciben la visita de la curiosa —y completamente desnuda— Selina Bentz.
Mientras la miran boquiabiertos, ella insiste con descaro en que ellos también deberían estar desnudos para aceptar su libertad. Rion se desnuda sin que nadie se lo pida dos veces. Pero en cuanto Selina le echa un vistazo y le hace sexo oral en ese mismo instante, el asistente decide darles un poco de privacidad para que sean realmente libres.