Chad llega a casa y encuentra a su hermanastra Jaslyn dormida en el sofá. Tras despertarse, Jaslyn menciona un sueño agradable que se interrumpe por la realidad de su relación. Aunque ambos sienten una atracción y comparten sus temores sobre su situación familiar, la madrastra de Chad entra y provoca un giro en la conversación, insinuando que debería haber más intimidad entre ellos. A lo largo de la escena, Jaslyn expresa dudas sobre su vida y su relación con Chad y su madrastra, quienes intentan convencerla de que exploren sus sentimientos. El diálogo se torna más sugestivo, dejando entrever una dinámica complicada y cargada de tensión entre los tres personajes.