Lilly Hall espera con impaciencia a su hermanastro Jake Adams, quien se supone que se unirá a ella en un concierto. Cuando aparece, le dice que no va a ir. Lilly se asusta porque Jake ha incumplido su palabra. Cuando Lilly suplica, Jake dice que lo reconsiderará para un trabajo manual que lo haga correrse, y aunque a Lilly no le gusta su hermanastro en absoluto, está de acuerdo, ya que cree que la llevará al concierto.